martes, 18 de noviembre de 2008

UNA MIRADA A LA EDUCACION BASICA LOCAL:

Jacqueline Cañete Sánchez



Un problema al que nos enfrentamos cotidianamente en ésta nuestra localidad, es el terrible rezago educativo que existe. Sin utilizar juicio de valor alguno, lo que pretendo es que todos nosotros pongamos nuestra mirada a uno de los factores que hacen que la sociedad se eleve o se estanque, y éste es la educación, que no sirve para garantizar una movilidad social ascendente necesariamente, pero que sin duda alguna sí repercute en la calidad de vida de los habitantes de una comunidad.

A nivel nacional, desde hace tiempo que el Estado de Puebla se encuentra en uno de los últimos lugares en cuanto a la calidad educativa de la educación primaria. Según una destacada investigadora nacional, Silvia Schmelkes, Puebla se ubica en el lugar 24, de un total de 32 entidades. Estos datos se traducen como ineficacia en la impartición de la educación, o lo que es lo mismo, nos habla de que la presente generación de estudiantes no está recibiendo la capacitación necesaria para garantizar una inserción exitosa en el mundo laboral, porque si de adultos no tenemos una educación especializada, nos condenamos a formar parte de la mano de obra no calificada que abunda en el país, es la peor pagada y la que recibe menos prestaciones por sus servicios.

Esto tiene como consecuencia la migración, pues la pobreza expulsa de su lugar de orígen a miles de poblanos y de mexicanos en general. Lo mismo ocurre al llegar a los Estados Unidos: Como la gente que se va es mano de obra no calificada, se integran a la masa de gente pobre que abunda en ese país. La diferencia es que se convierten en pobres del primer mundo, y muchos de ellos gozan de algunas prestaciones que todavía ofrece el Estado de bienestar en Estados Unidos (aunque no sabemos por cuanto tiempo más lo pueda soportar ese país), como lo son la obtención de estampillas, vales para despensa en el supermercado y asistencia de servicios de salud durante el embarazo. En resumen, se van, pero no dejan la pobreza, sino que la siguen reproduciendo en otro lugar.

En el ámbito local, urge reforzar el nivel de educación básica, que es el pilar de todo aquello que los niños aprenderán en el futuro y que representa un parteaguas en la historia personal de cada individuo. No olvidemos el alto índice de deserción escolar existente, y que para muchos alumnos de este nivel, es la única experiencia escolar que tendrán en sus vidas. Por lo menos hay que garantizarles una correcta formación operacional, de lenguaje hablado y escrito y facultades necesarias para su desempeño social.

Sin menospreciar el trabajo de los directores y profesores que ejercen en condiciones tan precarias (de infraestructura y mobiliario), se deben implementar mejoras en los métodos de enseñanza., y así garantizar las competencias propias de éste nivel: buen nivel de lectura, capacidad de comprensión lectora, capacidad para hacer trabajos básicos de investigación por cuenta propia, un buen uso del idioma y sus reglas escritas así como una adecuada formación cívica y de valores, así como también destacar desde el primer nivel, la importancia del estudio de las ciencias exactas, como las matemáticas, para que los niños se familiaricen desde el primer contacto con ellas y después no les resulte tan difícil su comprensión cuando tengan acercamiento con operaciones más complejas ¿Sería esto mucho pedir? Tal vez sí, sobre todo en las condiciones actuales que imperan: Padres apáticos a los que no les gusta participar ni siquiera en las juntas escolares, directores y maestros que pierden parte de su día de trabajo tratando de darle un órden a una institución caótica como la primaria lo es, niños que dejan sus deberes cuando el profesor se da la vuelta, o que pierden el ritmo de trabajo con tantas faltas al año.

El único camino posible es el del trabajo conjunto, con plena disponibilidad de todos los actores involucrados para garantizar que podamos salir avantes de este grave problema, en la medida de lo posible reforzar desde el hogar tratando de formar buenos hábitos en nuestros niños como la lectura en familia, porque el futuro de nuestros niños está de por medio.

Desde este espacio abierto a críticas, invito a todos a que dejemos de reproducir la apatía por el tema educativo, y hagamos frente a todas estas carencias que nos hacen un pueblo marginado.

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